La vicepresidenta de la Nación llegó este sábado a la provincia del noroeste argentino y se quedará hasta el martes. Visitará la Fiesta Nacional del Poncho y la Ruta de los Seismiles, tras la polémica con el presidente Milei por sus consideraciones respecto de las expresiones racistas del futbolista Enzo Fernández.
El domingo, temprano en la mañana, salió rumbo a Tinogasta, donde será recibida por el intendente de Fiambalá, Raúl Úsqueda. Más tarde, está previsto que almuerce en las Termas de Fiambalá. El lunes hará una excursión por la famosa Ruta de los Seismiles (un recorrido a través de la Ruta Nacional 60 por 20 cumbres que están por encima de los 6.000 metros sobre el nivel del mar) y a la vuelta cenará temprano en el Hotel Las Pircas de Tinogasta.
En conferencia de prensa, Úsqueda dijo que la Vicepresidenta recorrerá lugares turísticos como Las Termas y el Balcón del Pissis. “Será nuestra oportunidad para plantearle nuestros proyectos y anhelos”, anunció. El martes, finalmente, regresará a la capital provincial y a las 19, recién, volverá a Buenos Aires.
Es la segunda vez que Villarruel visita Catamarca desde que ocupa la vicepresidencia de la Nación.La anterior había sido en abril pasado; también visitó a Jalil (que semanas atrás firmó el Pacto de Mayo en Tucumán) y desarrolló una agenda de su interés: la fe católica, las fuerzas armadas y la tradición.
La vicepresidenta tiene un vínculo personal con Catamarca. Allí vivió niña con su padre, Eduardo Villarruel, quien a fines de la década de los sesenta estuvo alistado como subteniente del Regimiento de Infantería Aerotransportada 17. Oriundo de Santa Fe, el militar se integró a la vida local y hasta participó del club de básquet Montmartre y del combinado local catamarqueño. “Catamarca siempre ha estado muy presente en la familia Villarruel y siempre fue una de las primeras provincias que quise venir a visitar”, declaró en aquel momento.