La encomienda estaba dirigida al presidente de la entidad, pero la abrió su secretaria. El caso es investigado por el juez Rafecas y se analizan las cámaras de seguridad.
“Juncal 4450″ son las primeras palabras que se leen en el papel pegado al paquete que este jueves llegó a la Sociedad Rural. Según el rotulado, pesaba 500 gramos e iba dirigido a su presidente, Nicolás Pino. Adentro tenía un explosivo, el cual detonó en la oficina del titular de la entidad cuando fue abierto por su secretaria.
Según el detalle, la encomienda tenía 13 centímetros de ancho, 9 de alto y 17 de largo.También contaba con el número de seguimiento de 15 dígitos, del cual no figura información en internet y, al rastrearlo, aparece que “hay un error”.
La parte donde se indica quién es el remitente del paquete no se llega a leer debido a la rotura del papel provocada por la misma explosión del artefacto que llevaba dentro. La única pista que hay acerca de este nombre es la primera letra: una “m” en minúscula. Desde la empresa de envíos ya pusieron a disposición de la justicia toda la información.
El paquete fue recibido esta mañana en la sede social de la SRA en Palermo y la encargada en abrirlo fue Pamela Sousa, la secretaria de Pino, quien sufrió la detonación del elemento en sus propias manos. La mujer no sufrió lesiones, pero el estruendo causó varios daños en la oficina del presidente de la entidad.
El episodio fue denunciado a las autoridades y rápidamente provocó un amplio despliegue policial en las inmediaciones del predio del barrio porteño Palermo. Al constatar lo sucedido, tomó intervención la Justicia, que ya trabaja en determinar en qué circunstancias se produjo la llegada del sobre.
La causa quedó a cargo del juez Daniel Rafecas, quien subroga en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7 a Sebastián Casanello, de viaje en el exterior. Y en el marco de las primeras medidas que ordenó, el magistrado solicitó tanto la revisión de las cámaras de seguridad ubicadas en las inmediaciones del predio de la SRA, como un análisis toxicológicode las muestras recogidas tras la explosión.
Los resultados que se aguardan son de la examinación de las sustancias desconocidas que liberó la encomienda al momento del estruendo.A partir de estos, se va a poder saber cuáles fueron los químicos con los que fue creado el artefacto y determinar si hubo pólvora.
Además, los investigadores esperan tener más pruebas de los videos de las cámaras para resolver un interrogante clave para el caso: quién fue el delivery que hizo la entrega del paquete. Aún intentan determinar si pertenecía a alguna cadena de envíos a domicilio o si lo hizo de manera particular.
En este sentido, si bien el paquete menciona en su rotulado a una compañía de logística, la ausencia de datos en su número de seguimiento da lugar a sospechar que el papel haya sido falsificado.