Durante seis horas, Daniel Rodríguez declaró como testigo ante el fiscal Ramiro González, la defensa del ex presidente y la querella de la ex primera dama. “El ánimo estaba caldeado”, describió sobre la pareja. Sofia Pacchi declarará el 12 de septiembre.
“Va la segunda vez que Fabiola se cae en el baño…Por qué no le dice al Presidente …”, le dijo el ama de llaves al intendente de Olivos, Daniel Rodríguez. Así lo reveló el propio testigo al declarar en la causa por violencia de género que impulsó Fabiola Yañez contra Alberto Fernández. Durante casi seis horas, Daniel Rodríguez, allegado a Alberto Fernández, estuvo declarando ante el fiscal Ramiro González, la defensa del ex presidente y la querella de la ex primera dama. Él aseguró que no vio golpes, pero sí admitió que la relación entre la pareja estaba rota.
Rodríguez afirmó que no vio “personalmente hechos de violencia física, pero sí gritos”. En su exposición, desmintió que haya tenido que intervenir personalmente, como había trascendido. “El ánimo estaba caldeado”, describió.
El testigo afirmó que “la relación entre Alberto y Fabiola cambió notablemente luego de la publicación de la foto de la Fiesta de Olivos”. “La ruptura de la relación entre ellos fue evidente”, dijo. A partir de ese momento, señaló, las relaciones de Fabiola y el contacto con otras personas “casi desapareció”. Según describió, ya no se vio más al entorno de Fabiola luego de la publicación que generó el escándalo que puso en crisis el gobierno de Alberto Fernández.
Entre ese entorno estaba Sofia Pacchi, la asesora de imagen de Fabiola que se distanció de la ex primera dama tras el escándalo y que está citada como testigo en esta causa. Cuando a Rodríguez le preguntaron si había una relación entre esa joven y el presidente, el testigo respondió:”Era un rumor extendido en la quinta”.
Hoy, la expectativa estaba puesta en Daniel Rodríguez, una de las personas de máxima confianza de Alberto Fernández. Fue chofer, cadete, secretario, y hasta cuidador de Dylan. Pero también trabajó para Héctor Martínez Sosa, el broker que se hizo millonario con los contratos del Estado. Precisamente, en uno de los allanamientos a las propiedades de Martínez Sosa, la Policía se encontró a Rodríguez. Su teléfono quedó secuestrado en el marco de esa investigación por contratos con los seguros.
En su declaración, Rodríguez se encargó de decir que no era amigo de Alberto Fernández, más allá de la buena relación que tenían. Y aclaró que el ex presidente no le hablaba de su vida privada.
Minutos antes de las 10 de la mañana, con anteojos lejos y un pañuelo que le cubría casi toda la cara, Rodriguez se apareció por el quinto piso de los tribunales. Había esquivado a los fotógrafos que lo esperaban afuera del edificio, al entrar por otra puerta. Pero se los terminó topando a más cronistas cuando tuvo que entrar a la fiscalía.
Después de dos horas de declaración en medio de un profundo hermetismo, Rodríguez tuvo que pedir ir al baño. Sabiendo que afuera aguardaban los periodistas, el fiscal Ramiro González y un secretario salieron primero de la oficina. Se dirigieron al baño público en vez de al privado que usan los funcionarios. Apenas unos minutos después, el ex intendente de Olivos salía del despacho para ir al baño de la fiscalía. Los periodistas lo esperaron enfocando sus cámaras para cuando saliera. Una vez más, no dijo nada.
Eran casi las 16 cuando finalmente se retiró de la fiscalía. Ya conocía el camino de salida y también que los periodistas volverían a rodearlo. Los policías lo acompañaron hasta el ascensor en medio del tumulto. Hasta se sumó “Zorrito”, el perrito de Comodoro Py que suele desfilar por los pasillos de tribunales sin tener que pedir permiso.