(Desde New York, Estados Unidos) En una sesión del Comité Especial de Descolonización de la ONU, Diana Mondino ratificó hoy el derecho soberano del país sobre las Islas Malvinas y exigió que el Reino Unido inicie negociaciones diplomáticas con Argentina para terminar con la ocupación ilegítima del territorio nacional.
Tras el anuncio de la aprobación del proyecto por consenso, le dieron la palabra a la canciller argentina. Mondino agradeció el respaldo internacional, y levantó un poquito la voz para decir: “Las Malvinas son y serán Argentinas”.
Antes de esta corta participación para reconocer el apoyo global, la canciller había asegurado que el Reino Unido es un ocupante ilegítimo del territorio nacional y que utiliza de manera arbitraria el principio de la libre autodeterminación de los pueblos para justificar un hecho de apropiación que mantiene desde comienzos del siglo XIX.
“Han pasado ya 191 años desde el inicio de la ocupación ilegal de las Islas por parte del Reino Unido, y casi 59 desde la resolución 2065. El tiempo transcurrido no ha disminuido en nada la validez de nuestro reclamo, ni modificado nuestra convicción de que esta prolongada controversia debe solucionarse pacíficamente, a través de negociaciones bilaterales entre mi país y el Reino Unido”, sostuvo la ministra de Relaciones Exteriores en la ONU.
Tras explicar las razones jurídicas, la canciller reafirmó la decisión política que asumieron todos los gobiernos democráticos desde 1983, cuando se definió el método a seguir para lograr que la bandera argentina vuelva a flamear en las Islas del Atlántico Sur.
“Se trata de una negociación bilateral para alcanzar una solución pacífica a la disputa de soberanía, teniendo en cuenta las disposiciones y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas, de la resolución 1514, así como los intereses de los habitantes de las Islas”, aseguró Mondino.
A continuación, la canciller avanzó sobre la supuesta base jurídica que utiliza Londres para asegurar que tiene derecho legítimo sobre las Malvinas. Se trata del principio de libre determinación de los pueblos, un instituto legal vigente que no encuadra en el caso de las Islas del Atlántico Sur.
Mondino refutó así los argumentos que Gran Bretaña despliega desde el siglo XIX: “La actual composición de la población de las Islas es el resultado de la colonización por parte del Reino Unido, quien luego de ocupar por la fuerza el territorio y expulsar a las autoridades argentinas, implementó medidas para impedir el asentamiento de argentinos desde el territorio continental y favorecer el establecimiento en las Islas de súbditos británicos, con el propósito de definir una composición demográfica a la medida de sus intereses”, dijo la ministra.
Y agregó: “Esta población no ha estado sometida, dominada o subyugada por una potencia colonial ni constituye una población étnica y culturalmente distinta de la potencia ocupante (…) en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, el objeto de la descolonización no es la población, con quienes no tenemos diferencias, sino el territorio.
Con el objetivo preciso de hilvanar todos los argumentos jurídicos que sostiene la posición nacional, Mondino también citó al embajador José María Ruda -un reconocido experto en derecho internacional- para describir porqué Argentina exige la soberanía plena en las Islas Malvinas.
“Está en juego el principio de integridad territorial, quebrantada con la ocupación británica de esa parte del territorio argentino”, enfatizó la ministra ante el Comité.
Desde esta perspectiva, Mondino puntualizó -sin eufemismos- la posición del gobierno de Javier Milei: “Esta caracterización obedece a que parte del territorio de un Estado independiente –la República Argentina– fue usurpado mediante un acto de fuerza perpetrado por el Reino Unido en el año 1833, contrario al derecho internacional de la época, inmediatamente protestado y nunca consentido, nunca consentido por la Argentina”.